La Sociedad de Mejoras Públicas de Medellín –SMP- siempre se ha preocupado por el medio ambiente urbano y lo ha expresado a través de proyectos de conservación, protección, administración y cuidados de la vida animal y vegetal. Entre otras actividades ha desarrollado programas de arborización, creación de parques, protección y reforestación de microcuencas. En sus primeros años de fundación, la SMP se interesó por el cuidado de los animales, concretamente a través de la realización de campañas orientadas a estimular el respeto a la vida, especialmente de los perros callejeros y de las palomas de los parques. Justamente y en ese sentido, la SMP contempló la idea a principios del siglo XX de construir un Parque Zoológico, pero antes de crearlo, edificó el Bosque de la Independencia, ubicado en el norte de Medellín y donde por iniciativa de algunos empresarios, se trató de aclimatar algunas aves anfibias y de cultivar peces en su lago.
Nuevamente, la propuesta se puso de presente en 1933, cuando se le insinuó a la SMP que empezara a formar a una colección de animales en el Bosque de La Independencia, idea que no tuvo mucho respaldo ante la carencia de terrenos adecuados para ese proyecto.
El momento propicio se presentó el 31 de agosto de 1953, cuando la Junta de la SMP informó que doña Mercedes Sierra de Pérez, matrona antioqueña, le había dejado en su testamento la Hacienda Santa Fe, con todo su contenido. En 1959, al morir dicha señora, la SMP recibió los terrenos de la hacienda Santa Fe, con el compromiso de construir un parque infantil.
En el mes de octubre de ese mismo año ya había comenzado la construcción del Zoológico Santa Fe, hoy Parque de la Conservación, en los terrenos cedidos por doña Mercedes Sierra de Pérez. Su edificación se costeó con los fondos recaudados en la feria de exposición de Medellín y con las donaciones de diversas empresas de la ciudad. Los planos fueron realizados por el arquitecto Elías Zapata, y en la construcción de los albergues participaron obreros cedidos por el municipio.
En 1959 la SMP nombró un comité que se encargara de adelantar trámites para la consecución de especies para el nuevo Zoológico. Representantes de este comité viajaron a Leticia, Amazonas, y adquirieron martejas (Aotus sp), saimiríes (saimirí sciureus), micos maiceros Ccebus albifrons), monos barrigudos (Lagothrix lagotrichia), dantas (Tapirus terrestris), puerco espines (Echinoprocta rufescens), perros de monte (Potos flavus), caimanes (Crocodylus acutus), babillas (Caiman sclerops) y tortugas (Chelydra serpentina y Chelus fimbriatus), entre otros. Posteriormente, estos animales fueron trasladados a la “Hacienda La Guadalajara”, donde se encargaron de su cuidado y mantenimiento.
En 1959, entre los días 25 y 29 de noviembre, durante la primera exposición agropecuaria se efectuó la exhibición de los animales que en principio tendría el Zoológico Santa Fe, muestra visitada por 33.295 personas.
Para ampliar este panorama de por si vasto, la Sociedad de Mejoras consiguió en 1960 por intermedio de las oficinas del Programa de Asistencia de los Estados Unidos, que los parques zoológicos de Washington y Nueva York cedieran al Zoológico Santa Fe de Medellín, varios animales, entre ellos, dos leones africanos, un búfalo y un chimpancé de gran tamaño. El último animal mencionado era sin duda la famosa “Agripina”, graciosa chimpancé que fue por muchos años uno de los principales motivos de atracción del Zoológico, y que al momento de su muerte fue donada al museo de la Universidad de Antioquia, donde después de ser embalsamada es exhibida en algunas exposiciones.
A mediados de 1960 se habían construido las primeras 16 jaulas de hierro y 20 de madera, tres urnas de vidrio y un corral de gran tamaño. En esa misma época se trasladó un grupo de aves y micos que la Sociedad de Mejoras Públicas tenía en el Bosque de La Independencia, actual Jardín Botánico. También, por intermedio de la Universidad Nacional se consiguieron en Bogotá, tres jaguares, un oso de anteojos, dos pumas, dos zorros, dos gatos de monte, y dos águilas reales.
Con la infraestructura realizada y con los animales mencionados, el 11 de marzo de 1960 se abrió al público el Zoológico Santa Fe. Su primer director, Federico Echavarria Olarte, informó al finalizar ese año que 125.087 personas habían visitado sus instalaciones y que 257 ejemplares de animales constituían el total de la fauna exhibida.
De zoológico a Parque de la Conservación
A partir del 15 de septiembre de 2020 y después de 60 años, el Zoológico Santa Fe de Medellín se transforma en el Parque de la Conservación, PDC, un centro para la protección de la fauna silvestre que plantea en sus líneas estratégicas la investigación y la restauración de los ecosistemas; la rehabilitación, reproducción, liberación y monitoreo de especies; el bienestar animal, con atención médica, nutricional y biológica; la educación ambiental, mediante la acción y la investigación; el Museo de la Conservación, y la recreación ambiental.
511 individuos, de 122 especies, hacen parte del inventario el PDC. Igualmente, se cuenta con una amplia zona verde más de mil árboles y arbustos, entre los que se citan palmeras, frutales, samanes, acacias, búcaros, carboneros, urapanes, guayacanes, ceibas y gualandayes, entre otros, y que lo consolidan como uno de los espacios más arborizados de la ciudad.
El PDC es una entidad privada y sin ánimo de lucro, perteneciente a la Sociedad de Mejoras Públicas de Medellín. En sus más de cuatro hectáreas, centenares de especies encuentran un refugio, una segunda oportunidad para sus vidas, pues cada vez que animales silvestres son decomisados por las autoridades ambientales, muchos de ellos son recibidos en el Parque de la Conservación.
Los animales rescatados encuentran en el Parque de la Conservación la protección y el manejo técnico de profesionales expertos en medicina veterinaria, etología, biología y nutrición de fauna silvestre, que revisan cada caso con el propósito de reintegrarlos a estructuras familiares y la convivencia con otros ejemplares de su misma especie. La investigación, conservación, reproducción, intercambio con otros centros y la realización de programas educativos con los visitantes y la comunidad en general, son algunas de las labores realizadas por el Parque para promover la conservación de los animales en sus ambientes naturales.
El Parque de la Conservación, comprometido con el bienestar animal y la conservación de la vida silvestre se encuentra actualmente en un proceso de transformación que busca establecer hábitats que simulen las condiciones naturales, remplazando las jaulas y ambientes estrechos por espacios amplios con vegetación, rocas y caídas de agua.
Ese proceso incluye el fortalecimiento de diferentes estándares, entre los que se incluyen la creación de la Casa de la Ciencia, el desarrollo institucional, la investigación para la conservación, la educación ambiental, el manejo de la colección, los recursos humanos, la administración y las redes ambientales.
Como contribución a la protección de la fauna silvestre, el Parque de la Conservación adelanta diversos programas de conservación con el acompañamiento del Área Metropolitana y Corantioquia. Entre otras realizaciones, se citan el Programa de Conservación, Rehabilitación y Reintroducción del Mono Aullador Rojo en Bosques Nativos de Colombia, un proyecto integral de conservación, iniciado en 1998 con el propósito de recibir, rehabilitar y reintroducir al medio natural los monos de la especie Alouatta seniculus decomisados o entregados voluntariamente a la Autoridad Ambiental.
Otros de los proyectos conservacionistas adelantados por el Parque de la Conservación y orientados a la conservación y reproducción de las especies silvestres más vulnerables, con el interés final de devolverlas a su medio ambiente natural, son los del paujil pico azul (Crax Alberti), la guacamaya verde limón (Ara ambigua), el tití gris (Saguinus leucopus), el tití pielroja (Saguinus oedipus) y el chavarrí (Chauna chavaria).
Así mismo, en la Clínica Veterinaria de Fauna Silvestre del Parque de la Conservación se procura el mejoramiento continuo del equipo profesional y técnico para brindar una mejor atención a los animales. Para lograrlo se han adquirido equipos médicos y de esterilización que permiten mejorar la exploración física y el seguimiento de los animales; se han establecido convenios con laboratorios especializados en el análisis de muestras de animales silvestres y en diagnóstico molecular; se han continuado y reforzado las alianzas con profesionales especialistas en las áreas de ecografía, radiografía, oftalmología, anestesiología y neurología; se han implementado metodologías de enseñanza y trabajo con el grupo de cuidadores y pasantes del Parque; se han reestructurado la distribución de áreas de clínica, y se ha implementado el ZIMS, un software para el manejo de información a nivel de centros de conservación de fauna silvestre.
Como actividades alternas paralelas a estas actividades de conservación y de investigación biológicas y etológica, el Parque adelanta gestión en los procesos de formación de públicos, en la medida en que informa y educa a sus visitantes, participa en campañas educativas organizadas por las Corporaciones Autónomas Regionales (CAR), por las diferentes municipalidades del departamento y del país, por entidades educativas y por medios masivos de comunicación.
Otro de los programas que el Parque desarrolla con éxito desde hace dos décadas es el Club Científico, un programa educativo que brinda conocimientos a niños y jóvenes en temas de ecología, anfibios, artrópodos, reptiles, aves, plantas y sostenibilidad. Sean todos bienvenidos a este pulmón verde lleno de vida en medio de la ciudad, desde donde se genera consciencia para proteger el medio ambiente y su biodiversidad, con un enfoque ecosistémico, tanto al interior del Parque como en otros territorios.
El Parque de la Conservación fue reconocido en 2020 por Mincultura como Entidad Museal, y en 2023 como Centro de Ciencia, por parte de Minciencias.