El Palacio de Bellas Artes es una de las edificaciones más importantes y con más historia de Medellín. Hoy sede de la Fundación Universitaria Bellas Artes y de la Sociedad de Mejoras Públicas.
Por sus aulas han pasado, como profesores o estudiantes, los más importantes artistas que han vivido en Antioquia. Entre ellos podemos nombrar en la plástica a Eladio Vélez, Pedro Nel Gómez, Humberto Chávez, Emiro Botero, Rodrigo Arenas Betancur, Horacio Longas, Fernando Botero, Débora Arango, Rafael Sáenz, Mariela Ochoa, Bernardo Vieco, Jorge Cárdenas, Aníbal Gil y Francisco Madrid.
Y en la música a Carlos Vieco, Luis Carlos García, Blanca Uribe, Blas Emilio Atehortúa, Harold Martina, Teresita Gómez, Sergio y Alejandro Posada y Alba del Castillo.
El Palacio de Bellas Artes es un monumento que vale la pena conocer. Y en pocas palabras, ésta es su historia:
» La primera piedra del edificio se puso el 7 de agosto de 1926, pero por diversas razones se terminó de construir casi 10 años después en 1936, con aportes del gobierno departamental de Antioquia, el “Empréstito Cívico” impulsado por la Sociedad de Mejoras Públicas y las donaciones de algunos comerciantes de la ciudad. La edificación se construyó en un terreno cedido en 1926 por la administración municipal a la Sociedad de Mejoras Públicas de Medellín. La gestión fue realizada por dos miembros destacados de la Sociedad: Don Ricardo Olano y Don José Antonio Gutiérrez.
» Los planos y la dirección de las obras fueron realizadas de forma gratuita por los arquitectos Pedro Nel y Martín Rodríguez, de la firma HM Rodríguez y cía., autores de otros importantes edificios de la ciudad de Medellín. El inmueble se desarrolló sobre una planta rectangular en un predio esquinero y se presentó como una masa diferenciada por dos cuerpos, una parte como auditorio para el público y otra en tres pisos para la parte docente.
» El palacio tiene elementos decorativos propios del estilo denominado Art Decó. Aparte de sus valores históricos y arquitectónicos, el edificio es un valioso documento, pues marca el rompimiento con el eclecticismo republicano y propone la transición hacia el Déco y la arquitectura moderna. Su planta octogonal va girando sobre los lados para conformar el auditorio.
» El edificio fue ocupado aún sin terminar en 1928, allí se instalaron las oficinas de la Sociedad de Mejoras Públicas y las escuelas del Instituto de Bellas Artes, pero fue sólo en julio de 1937 que el Palacio de Bellas Artes se inauguró oficialmente, posteriormente fue declarado patrimonio cultural de Medellín el 5 de mayo de 1985, mediante Resolución 394 de la Alcaldía y con fue luego el Decreto 1756 del 26 de septiembre de 1996, del Ministerio de Educación Nacional, el que le concedió el título de monumento nacional.
» La Sala Beethoven cuyo nombre fue adoptado en el año de 1936, luego de que Don Diego Echavarría Misas donara el busto de Beethoven que reposa en el teatro, es la sala de conciertos más antigua que se conserva en la ciudad y tiene capacidad para 300 personas. En mismo año y como toque final para el Palacio, el Maestro Eladio Vélez pintó ocho paisajes al óleo sobre cartón y los donó para adornar la sala.
El edificio también cuenta con la Sala de Exposiciones Eladio Vélez y la Sala Antonio J. Cano, espacio de reuniones de la S. M. P.